miércoles, 5 de diciembre de 2012

PETRONIO Y EL SATIRICÓN (ENSAYO)




El Satiricón es una obra antigua que se le atribuye a Petronio. Es una colección de fragmentos que se reunieron en tres siglos de búsqueda. El texto sobrevivió a la Edad Media, aunque escondido de la vista pública debido al tema y a sus orígenes paganos. El primer manuscrito de Petronio apareció en 1476 y se publicó en Milán, en 1482. Casi un siglo después, en 1564, se encontró un conjunto de fragmentos que, junto con los anteriores, dan lugar a varias ediciones en las que ya se tiene una forma definida, pero con grandes huecos y lagunas. Un siglo más tarde, en la biblioteca de Nicolás Cippio, en Traur, Yugoslavia, se encontraron otros fragmentos que concuerdan con el original y que dan lugar a la versión más completa que se puede leer. Sin embargo en la versión hacen falta el principio y el final, ya que son los elementos que más se manejan de cualquier libro.
                Es una obra altamente significativa en la literatura universal, principalmente en el occidente, pues se trata de una de las primeras narraciones que adopta la forma de lo que llamamos “novela”, que no era nada común en la antigüedad clásica. El Satiricón resulta especial porque su estructura narrativa es novedosa a la época y porque es la primera obra que ironiza las costumbres y los valores sociales de la época, en un tono que se ha cultivado hasta la fecha: el satírico o picaresco. Este género no fue inventado por Petronio, él sigue la tradición de Horacio, quien publicó dos obras poemáticas tituladas Sátiras, entendiéndose que se trata de mostrar los excesos de la conducta humana, pues en latín el término “satyra” significa algo que se ha colmado o está repleto. Esta literatura, la de Horacio, es más bien moralizante, lo que no concuerda con la intención sarcástica de Petronio, que es abiertamente sensualista, divertida e irónica; lo que es perfectamente congruente con lo que hoy conocemos como satírico o picaresco, por lo que puede considerarse a Petronio como el padre de este género.
               La personalidad de Petronio ha sido un enigma que resolver, ya que se sabe muy poco del autor, aunque de esos datos se puede deducir una historia tan interesante como la ficción de su obra. Petronio fue un verdadero “sibarita”, un paradigma del “buen vivir”. Es por ello que se dice que Nerón, el César, le adjudicó un título que nadie ha tenido después de él: Arbiter Elegantiae (árbitro de la elegancia), lo que en época de Nerón nada tenía que ver con las ropas o el mobiliario sino con una manera de ser y un estilo de vivir esencialmente “elegante”, una extraordinaria inteligencia y sentido del humor creativo, brillante, cínico y profundo en su pensamiento, pero hedonista en conducta. Su fecha de nacimiento se puede aproximar entre los años 14 y 27 d.C. y fallecido en el 65. Su obra apareció aproximadamente en el año 60 y se dice que fue escrita como una respuesta irónica al hecho de haber sido condenado a muerte por el emperador, sentencia que se ejecutó en efecto, según la costumbre de los patricios romanos, o sea por propia mano. El sentido de humor de Petronio llegaba a tal extremo que organizó una fiesta para quitarse la vida, cortándose las venas y volviéndolas a cerrar para continuar disfrutando. La sentencia a muerte de Petronio se debió a causa de la envidia y la intriga de otros personajes de la corte, y fue acusado de tener amistad con uno de los participantes en la conjura de Pisón.

 
             Es difícil hallar pruebas de la influencia de Petronio en la literatura posterior. A partir del siglo XVI, más bien hacia final del mismo, parece que empiezan a circular por Europa sucesivas ediciones de los fragmentos, hasta entonces descubiertos, del Satiricón. Según el erudito del siglo XIX Menéndez y Pelayo, la influencia de Petronio en la literatura española es prácticamente nula. El primer escritor español que cita expresamente a Petronio es Quevedo, que alaba el estilo del escritor latino y lo considera entre los más grandes escritores de la antigüedad.
                El lenguaje utilizado por Petronio ha sido objeto de interesante estudio para los filólogos, pues a pesar de que el narrador se expresa en el mejor latín, los personajes se expresan en lenguaje coloquial, lo que da elementos valiosos para rastrear los orígenes de las lenguas romances que se desarrollaron a partir de la lengua viva y vulgar, no del latín erudito en el que se escribía la mayor parte de las obras. Este tono coloquial es valioso debido a que parte de la observación de la vida real, de la cotidianidad social y de la manera de ser y sentir de la gente común.

               El relato principal narra las aventuras de los personales principales Encolpio y Gitón, su amante para los que su único fin de vivir es disfrutar de cuanto placer puedan.
                La obra se compone de varios fragmentos, entre ellos la cena de Trimalción, fragmento que se encuentra íntegro; en el que se narra todas las extravagancias de vida y costumbres de un liberto vuelto rico. Petronio logra retratar de manera muy fiel los rasgos del hombre rico y ostentoso de la época que derrocha su fortuna para disfrutar mientras la salud se lo permita todo lo que le ha sido dado. Características que ironiza el autor de este ridículo personaje son su ignorancia y los detalles que lo muestran engreído. En este banquete, Trimalción recita un poema lleno de elegantes metáforas para explicar un plato que fue servido y hace referencia al zodiaco. Se puede leer: “Bajo el signo de Géminis nacen los que gustan de aparejarse como los caballos de un carro, los bueyes de un arado y los testículos. Estos gustan de los dos sexos sin distinción.”
           Otros fragmentos incluyen a un personaje llamado Eumolpo, que es un viejo, poeta que gusta de lanzar sus composiciones al aire en momentos inoportunos y de temas incongruentes, llevándolo a parecer un tanto loco. De sus intervenciones puede rescatarse dos poemas que Petronio le atribuye, La destrucción de Troya y Guerra Civil. El estilo poético que Petronio utiliza es muy parecido al de Ovidio.
En el Satiricón, Petronio deja ver su opinión sobre la literatura y sus cánones de poética. En el siguiente fragmento mencionado por Eumolpo enumera algunos de los elementos importantes de la poética de Horacio, por ejemplo: la unidad de conjunto, el valor del lenguaje, y el tono de la obra.

“Es preciso evitar pues, y ante todo, lo que podremos llamar la trivialidad de expresión y no emplear sino términos que no use el populacho. […] Hay que evitar, además, los pensamientos que parecen separarse del cuerpo de la obra […]”

                También mencionado por Eumolpo, Petronio da valor a las bellezas del estilo refiriéndose a las figuras y licencias poéticas. Menciona, también Eumolpo, “el profético delirio de un inspirado.” para referirse a la fuente de la inspiración y del proceso creativo literario.
                De la poética de Aristóteles se pueden extraer los conceptos de artes útiles y bellas y de la mímesis con la que tenía que cumplir el arte. Estos elementos exaltados por Petronio en su obra en el siguiente fragmento:

“El afán de riquezas. […] En la vida de nuestros antepasados, cuando tan sólo el verdadero mérito era honrado, florecían las artes liberales y una noble emulación empujaba a los hombres a sacar de la sombra aquellos descubrimientos que pudieran ser útiles en los siglos venideros.”

 
               Por último, Petronio exalta el valor de la literatura y de los literatos en su obra, mismo que se refleja en la frase exclamada por Trimalción en su banquete: “Ahora díganme: ¿cuál es, a vuestro juicio, el oficio más difícil después del de las letras?”
               La aparente trivialidad de Petronio está llena de agudeza y humor y por ello alcanza un mayor grado de profundidad y verosimilitud cuando se trata de recrear la realidad humana con el ánimo de entenderla en su dimensión concreta, para producir una reflexión, pues en estas historias nos vemos reflejados de una manera más directa que en la epopeya o el mito.

Bibliografía.

•    Petronio, El Satiricón, (2002) Grupo Tomo Editoral : México.
•    Alcina Keith, Victoria, La oralidad perdida en las traducciones de El Satiricón de Petronio. (2010) Universitat Pompeu Fabra : Barcelona.
•    Mares, Roberto, El Satiricón (prólogo), (2002) Grupo Tomo Editoral : México.
•    http://es.wikipedia.org/wiki/El_Satiricón
•    http://tlamatzinco.blogspot.mx/2010/11/petronio-y-el-satiricon.html
•    http://www.islaternura.com/ARINCONES/Literarios/CLASICOSliterarios/SATIRICON/SATIRICONautor.htm
•    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=69979
•    http://es.wikipedia.org/wiki/Petronio
•    http://www.culturaclasica.com/literatura/novela_romana.htm


Fragmento del Satiricón de Fellini.

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